sábado, 12 de marzo de 2011

Patologías de la Madera

Consideraciones generales
Enrique Zanni
en: Patología de la Madera
Editorial Brujas
Córdoba, 2004

      La madera es uno de los materiales de construcción más utilizado a lo largo de la historia.
     Su gran valor decorativo, junto a las propiedades físico-mecánicas que presenta, a la par de que es una materia prima de fácil acceso que puede elaborarse sin necesidad de equipos sofisticados, son algunas de las razones que fundamentan su empleo por el hombre en forma ininterrumpida a través de los siglos y también de que éste, desde tiempos remotos, haya aprendido, dada la utilidad de la misma, no solo a conocer las especies más resistentes al ataque de diversos agentes destructores, sino también a idear métodos de lucha contra los mismos en función de los conocimientos que poseía en cada momento.
     No obstante presenta, al igual que todos los demás materiales, ciertas limitaciones derivadas de su naturaleza orgánica, entre las que se destaca la relativa facilidad con que se altera en determinados medios, lo que ha originado que con frecuencia se la considere como poco durable. Ésta creencia generalizada constituye un error, ya que la madera posee por ejemplo, un muy buern comportamiento ante atmósferas agresivas y frente al oxígeno del aire que corroen rápidamente los metales y degradan la mayor parte de las resinas sintéticas.
    De cualquier modo, es innegable que puede ser modificada en su aspecto y compotamiento, o ser incluso destruida, por el ataque de algunos seres vivos que pertenecen en su mayor parte a los grandes grupos de los hongos y de los insectos. A estos hechos hay que añadir que la resistencia de la madera a la agresión de los organismos xilófagos varía en gran medida con la especie forestal a la que pertenece, los factores de crecimiento, la edad, las condiciones de uso y fundamentalmente según proceda de la parte interna del tronco (duramen), más oscuro, impermeable y resistente, o de la zona clara que le rodea exteriormente (albura), más porosa y fácil de descomponer.
     La inquietud por dar una respuesta a la problemática de la degradación data de la prehistoria cuando se recurría al "chamuscado" de la madera, al que también hizo referencia Julio César en "La guerra de las Galias", y que curiosamente (a pesar de lo primitivo de la técnica), sigue aplicándose aún en los paises desarrollados. Posteriormente los antiguos egipcios emplearon productos bituminosos y recina de cedro en la conservación de los sarcófagos y manuscritos valiosos. Ya en la Edad Media, fue frecuente el uso delpetroleo y la brea derivada del carbón de hulla, como así también las sales de mercurio y de arsénico. Estas últimas fueron utilizadas por Leonardo Da Vinci para proteger sus tallas contra el ataque de los insectos xilófagos.
     Sin embargo, puede decirse que "hasta el siglo XIX no aparece una verdadera protección científica de la madera, entendiendo como tal aquella que se ocupa de transformarla mediante un tratamiento, en una materia inatacable por los agentes destructores, sin que por ello se perjudiquen sus características físico-dinámicas. Este hecho coincide con el descubrimiento por Pasteur de la inexistencia de la generación espontánea, lo que permitió cocnocer las causas de los daños de forma racional y científica, y el desarrollo de la técnica en general, y más en concreto con la aparición del ferrocarril y el telégrafo que trajeron consigo una amplia demanda de postes y durmientes. A partir de ese momento se suceden sin pausa nuevas patentes, tanto de protectores como de sistemas para su aplicación, en una afán de superación ininterrumpido" (Dr.AlejandroLópez de Roma: "LA madera, agentes destructores y tratamientos". En: Cuadernos del Instituto Juan de Herrera de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Cuaderno de restauración N°15, pág. 5, año 1991).
   En la actualidad, el aumento constante del consumo de madera, que ha hecho de ella un material escaso, la necesidad de introducir en el mercado especies que por su pequeña duración natural prácticamente no se utilizaban hasta fechas recientes, junto con el incremento cada vez mayor de los costos de reposición, el desarrollo del control obligatorio de la calidad, la demanda de productos que respondan a especificaciones concretas y la preocupación e interés crecientes por conservar estructuras y construcciones de madera testimonio de pasadas civilizaciones, sometidas a veces a penosas destrucciones, ha motivado que todos los paises con cierto nivel de desarrollo intenten dar una respuesta adecuada a la amplia gama de temas que presenta su correcta protección.
   El problema que plantea la eventual degradación de una estructura nueva de madera, si se pretende resolverlo de manera correcta, debe plantearse en términos claros y de modo racional, lo que implica un conocimiento acabado del material que se desea protejer, como asimismo de los agentes destructores, de la forma en que las diferentes especies de madera reaccionan ante ellos (duración natural), de los riegos que entraña cada tipo de utiización, de los posibles protectores a emplear en cada caso, de las técnicas de tratamiento y aplicación más adecuadas, etc.
   Igualmente, cuando se trata de paralizar la acción de los agentes destructores, es necesario determinar el tratamiento curativo a aplicar, luego de un exhaustivo y pormenorizado estudio de la naturaleza e intensidad de los daños, tipo y dimensiones de los distintos elementos de madera, características de la construcción, si se trata de un edificio, etc.
   Como resumen de todo lo ante expuesto, surge que los requisitos para plantear y resolver correctamente un problema de recuperación y/o protección de madera, son los siguientes:
  • conocimiento profundo del material que se pretende conservar y tratar, tanto en los que respecta a su composición y estructura macro y microscópica, como a sus propiedades físico-químicas
  • conocimeinto de los posibles agentes destructores, según el uso y destino que vaya a darse ala madera, así como (en el caso de las ya instaladas), su estado de conservación en el momento de iniciar los trabajos de restauración
  • elección de los protectores y de las técnicas de tratamiento y aplicación más adecuadas, en función de la especie en cuestión, su estado de conservación, la naturaleza e intensidad de los daños, dimensiones de los diferentes elementos de la madera, uso futuro de la msma, etc.

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